A pesar de que el Führer era conocido por ser vegetariano, las investigadoras afirman que -durante 1930- se «saltó» varias veces sus convicciones para comer el que era su plato favorito: paloma rellena con nueces, lengua, hígado y pistachos. Al parecer, declaró en varias ocasiones que no había «nada mejor que una buena bola de hígado» al sentarse a la mesa. Esta afirmación corroboraría la teoría de que el líder nazi no ingería carne debido a un problema gástrico que le provocaba una flatulencia crónica, pero no por ideales.
Entre las mayores crueldades del régimen más atroz del mundo moderno estuvieron los experimentos con humanos realizados con los cautivos de los campos de concentración. Esta lista reúna algunos de los más sorprendentes. -Gases: los nazis querían conocer a fondo el efecto del gas mostaza y el fosgeno sobre el cuerpo humano. Para esto, los utilizaron sobre prisioneros, muchos de los cuales murieron en la prueba. -Heridas en la cabeza: el Dr. Wichtmann martillaba la cabeza de niños, a los que mantenía atados, para calcular cuantos golpes exactamente aguantaba el cráneo. -Esterilización: las mujeres de los campos de concentración fueron usadas en la búsqueda de crear métodos de esterilización mediante drogas, cirugías y raxos X. -Altura y presión: el Dr. Rascher encerró a prisioneros en una cámara de baja presión para buscar formas de ayudar a los pilotos alemanes que tenían que estar a grandes alturas. De los 200 cautivos, murieron 80. -Malaria: en el campo de concentrac
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